LA SOLIDARIDAD EXPLICITA DE ALMERIA

Juan Callejón Baena
Candidato al Congreso
PSOE


El presidente Zapatero ha propuesto a la sociedad española un nuevo contrato social sobre el agua. Se trata de una propuesta tan ambiciosa como necesaria: que las administraciones y los administrados trabajemos conjuntamente para que nunca nos falte. Me siento especialmente identificado con la propuesta y más cuando el propio presidente puso a Almería la semana pasada como ejemplo de modelo a seguir en la gestión de este recurso. Se refería al tan comentado y debatido tema de que Almería pueda abastecer de agua a Barcelona o a cualquier otro punto que lo necesite.

Ha resultado sorprendente a todo el país el hecho de que Almería no sólo tenga agua para mantener la agricultura y a su población sino que dispone de excedentes para ofrecer a los demás. Es un ejemplo – lo ha dicho el propio Zapatero - de la solidaridad entre territorios y de los buenos resultados que proporciona una política inteligente de desalación. El pasado domingo, el propio Felipe González destacó en su mitin en Almería, ese ejemplo de generosidad de nuestra tierra en este tema en particular.

Algún lector sabrá de mi origen ejidense: viene bien recordarlo al hablar del agua. Ha sido y es para nuestra tierra tan valiosa como el petróleo, nos ha dado muchas preocupaciones por su calidad o cantidad a lo largo de los años. Por ella se han invertido muchos millones de euros, se ha perforado la tierra, hemos construido depósitos, conducciones y balsas. Hemos sabido administrarla como nadie y puedo afirmar que no volverá a ser un problema en Almería por muchos años. Ahora, paradojas de la vida, tenemos suficiente como para venderla.

Si del PP hubiera dependido, a estas alturas ni tendríamos suficiente agua ni habría garantía de tenerla. Trataron de convencernos de que la solución estaba en el trasvase de excedentes del Ebro. Nunca sabremos por qué ese empeño en una obra inviable desde todos los puntos de vista. Lo que sí parece es que el propio Rajoy se ha olvidado de incluirla en su programa electoral, aunque nos ha salido con eso de que “el trasvase está implícito”.

Creo que conozco un poco mi tierra, Almería, y a sus gentes. No nos conformamos con que las cosas estén implícitas sino que necesitamos que sean reales. Lo hemos demostrado con la obtención y gestión del agua. Y seguiremos haciéndolo mejor. Si los electores almerienses así lo quieren, a partir de marzo seguiré trabajando por Almería desde el mejor escenario posible: el Congreso de los Diputados. El trabajo desarrollado estos años por el gobierno del PSOE en beneficio de España en general y de Almería en particular merece su continuidad.