6 de marzo de 2008

ALMERIA Y EL DEPORTE DE ELITE

Juan Callejón Baena
Candidato del PSOE al Congreso

El impulso de la práctica deportiva y la dotación de las instalaciones apropiadas son objetivos básicos de un gobierno de progreso. Y sabemos que el deporte contribuye al bienestar social porque enriquece la calidad de vida de los ciudadanos.

Esta primera afirmación me permite dar un paso más. Todos recordamos aquel acontecimiento deportivo que marcó la historia del deporte en nuestra tierra: los Juegos del Mediterráneo de 2005. Aquello trajo consigo una considerable inversión (100 millones de euros) en instalaciones deportivas y que el nombre de Almería sonara como referencia deportiva internacional. Si los ciudadanos nos dan su confianza para seguir gobernando, me comprometo a dar los primeros pasos para poner en marcha un nuevo y ambicioso proyecto deportivo para Almería. Me atrevo desde esta columna a descubrir los posibles objetivos.

Conseguir la designación de Almería como sede de un gran campeonato de fútbol, sea un Europeo o Mundial de categoría juvenil, sub-17 o incluso sub-20. La capital, El Ejido, Roquetas de Mar y Vícar obtendrían sin problemas el visto bueno de los organismos internacionales. Hay además dos competiciones deportivas que resultan especialmente atractivas y adecuadas para Almería: la Universiada y los Juegos Olímpicos de la Juventud.

En el primer caso, Almería tendría todo el derecho a intentarlo como lo intentan otras ciudades españolas que optan a la designación. La Universiada es una fiesta mundial del deporte universitario que se celebra cada dos años y que reúne 15 disciplinas. Ya están designadas las dos próximas sedes y podríamos optar a la siguiente.

De otro lado están los Juegos Olímpicos de la Juventud. Acaban de nacer por la voluntad del Comité Olímpico Internacional de recuperar el verdadero espíritu del movimiento olímpico. En su primera edición, fijada para 2010, habrá 3.200 participantes en 26 deportes, todos ellos incluidos en el programa de Londres 2012. Sabemos que El Comité pretende alejarse de las grandes capitales y dar la oportunidad a otras ciudades, entre las que perfectamente podría estar la nuestra. Esa posible candidatura ya tiene mucho terreno ganado: las infraestructuras existen, sabemos organizar grandes eventos deportivos, el público responde y las condiciones medioambientales y climáticas son inmejorables.

Los Juegos fueron sin discusión un impulso de modernidad, un soporte para los equipos de élite que hoy usan esas instalaciones y una excelente campaña de imagen para la capacidad organizadora y turística de Almería. La experiencia resultó tan enriquecedora que no debe quedar sólo en un feliz e imborrable recuerdo.

Hay que analizar las opciones, evaluar los plazos y fijar el objetivo. La promoción exterior, la difusión de los calores deportivos junto a la riqueza económica generada son razones más que suficientes para ponerse ya a trabajar. Hay que sembrar para recoger. En eso los almerienses somos expertos.